Bueno, creo que el título del asunto no es para menos, os cuento la sorpresa que me acabo de llevar, quería cambiar las mopas a los tanques del exterior de 500 litros, así que busqué todos los huevos de las viejas, los puse en la paridera y las cambié por mopas recién fabricadas, pero, como uno ya se va haciendo mayor y no se fía de su vista, decidí dejar las mopas viejas en acuaritos pequeños, de unos 15 litros, durante un par de semanas por si aparecía algún despistado, metí estos acuaritos dentro de casa para evitar el sol directo, pero ¿todos?, todos no, uno de ellos, concretamente el de los aphanius danfordii Kirsehir, quedó en el exterior, resistiendo cual aldea gala en medio del imperio romano, cuando me he dado cuenta después de unos 10 días al meter la mano para sacar la mopa el agua casi quemaba... por curiosidad he puesto un termómetro constando una temperatura de 44 ºC, dándole el sol de lleno durante esos 10 días durante prácticamente 9-10 horas al día... pues curiosamente, y contra todo pronóstico, allí he podido recoger hasta 9 alevines vivitos y coleando de este precioso aphanius, hijos de los mismos que este invierno resistieron en el fondo del tanque con una capa de hielo superior de unos 2 cm de grosor... después de esto ¿quien se atreve a ponerle los límites de temperatura a los aphanius?
En fin, me pareció curioso y quería compartirlo