La forma más cómoda de mantener el género Aphanius, salvo especies de zonas muy cálidas -véase A. sirhani ó dispar, por ejm., que soportan mal temperaturas bajo cero de forma continuada- es al exterior, en acuarios ó recipientes con el mayor volumen posible de agua y baja densidad de peces. Requieren aguas duras y calcáreas.
Si la cubeta es muy grande, tiene una vegetación abundante -nenúfares, algas filamentosas, ceratophylium, etc- y hay poca densidad de peces, hasta puedes abtenerte de alimentarlos. Habría siempre que tener la precaución que dicha agua no vaya a desembocar a una corriente natural de agua -hay que evitar una indeseable y posible introducción de especies foráneas en el medio natural-.
El otro sistema es en acuario, con mucha luz natural y alimentación (comen cualquier cosa, hasta copos de pienso). Personalmente, éstas especies nunca me ha dado buen resultado, en cuanto a una producción abundante de alevines, en acuarios en habitaciones interiores, aún que les apiicase luz artificial en abundancia.
Mi conclusión es que el género Aphanius requiere la percepción de un cambio de estaciones (variación de temperaturas) y resulta determinante en la puesta (primavera y otoño), la iluminación solar, al menos durante algunas horas al día.
Si te dedicas además a recoger huevos de las algas filamentosas, los separas y eclosionas, por edades, les cambias el agua semanalmente y les refuerzas la alimentación con nauplios de artemia, tienes el éxito asegurado. Son peces muy agradecidos........