Hola,
Una cosa que me encanta de los congresos de killis es viajar a ellos acompañado de otros amigos killífilos.
Es impresionante lo que se puede aprender en unas horas de tranquila conversación, durante el viaje, gracias al aporte de las experiencias y conocimientos de cada uno.
En mi último viaje al Congreso KCF 2007 viajé con mi esposa Merche, Antonio Hernández, Alberto Reis y Stephane Bersillon.
Surgió un tema de debate sobre el poder nutritivo de los nauplios de Artemia salina.
Contábamos con Alberto Reis, una figura mundial en su campo: la investigación sobre algas.
Me quedaron claras algunas cosas:
Parece ser que el nauplio de Artemia salina tiene su mayor poder nutritivo nada más nacer y sólo durante las primeras horas.
Después de unas tres horas ha consumido la mayor parte de las grasas Omega 3 con las que nace.
A partir de ahí su valor nutritivo se reduce considerablemente.
En las piscifactorias industriales utilizan enriquecedores de nauplios.
Son tanques donde se añaden a los nauplios unas algas micronizadas tan finamente que tienen tamaño inferior a su boca.
Esas algas vienen en polvo y se utilizan unos batidores especiales para emulsionarlas perfectamente y sin grumos.
(Recuerdo haber probado, hace años, una muestra de ese polvo enriquecedor de la marca Inve).
Pero por lo que pude entender, el resultado en la tasa de ácidos grasos Omega 3 es igualmente bueno añadiendo microalgas a los nauplios nada más nacer.
(No sirve, por ejemplo, la espirulina ya que es algo más grande que el tamaño de la boca de los nauplios recién nacidos).
Animado por todo ello, puse en marcha mi cultivo de microalgas marinas.
Tengo un fluorescente compacto encendido permanentemente en el armario donde tengo los dos recipientes de eclosión de Artemia.
(Hace años leí que así lo hacen en las piscifactorías, ya que la luz intensa y continua estimula la eclosión de los nauplios)
Así que puse bajo esa luz un recipiente de plástico de sólo 15 x 15 x 16 cms (3,6 litros) con un tubo de entrada de aire con difusor y agua marina (agua del grifo y sal marina de cocina).
Añadí un poco de agua de mar para "inocular" el cultivo y añadí un chorretón de abono líquido para plantas de jardín.
(Aunque me comentaron que no era estrictamente necesario inocular el cultivo, ya que hay esporas de microalgas marinas en el aire en todas las latitudes)
Al cabo de un tiempo el agua se ha ido poniendo de un precioso color verde muy intenso.
Según me explicaron, el color dependía de la especie de alga que más proliferase en el cultivo.
Uso dos recipientes de eclosión de Artemia que utilizo a diario de forma alterna.
Cada recipiente está en marcha unas 48 horas.
A las 24 horas (que ya han eclosionado cierto número de Artemias) aprovecho para añadir unos 300 ml de mi cultivo de algas marinas.
Así que se pasan "pastando" algas unas 24 horas.
Eso, según los expertos, hace que los ácidos grasos Omega 3 de los nauplios aumenten una burrada y sean mucho más nutritivos.
Para los alevines esos nauplios enriquecidos son una bomba de energía que les favorece enormemente el crecimiento.
Para aclarar el tema, ahí va una foto:
El eclosionador de delante lleva 48 horas y es del que estoy a punto de extraer los nauplios (ya llevan 24 horas pastando microalgas).
El eclosionador trasero lleva puesto 24 horas. Se ve que tiene menos agua y ahora después le añadiré 300 ml del cultivo de microalgas y lo dejaré otras 24 horas.
Se ve el color verde del cultivo de microalgas marinas.
Ya veréis los resultado en los congresos de killis de los próximos años cuando me lleve todos los premios
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Saludos