Aqui en este foro hay mucha gente que hace envios y desde aqui se les puede hacer daño a empresas con tan poca profecionalidad y lo ideal es divulgar esta carta en recuerdo de Ruy.Esta carta es un grito ahogado pidiendo ayuda para que cierta empresa, SEUR, deje de jugar con animales vivos y los sentimientos de sus dueños si no están cualificados para transportar este tipo de "mercancía" tan valiosa a la que estos "señores" no le dan mayor, ni siquiera la misma, importancia que al resto de la que transportan a diario.
Madrid, 10 de julio de 2004
A quien pueda y quiera colaborar:
Esta carta es un grito ahogado pidiendo ayuda para que cierta empresa,
SEUR, deje de jugar con animales vivos y los sentimientos de sus dueños
si no están cualificados para transportar este tipo de "mercancía" tan
valiosa a la que estos "señores" no le dan mayor, ni siquiera la misma,
importancia que al resto de la que transportan a diario.
El pasado día 28 de junio envíe a las 9 de la noche, como ellos mismos
me recomendaron, desde su central en Vallecas a mi gato Ruy a Cáceres
para que unos amigos que tienen a su hermana, Luna, me lo cuidaran
mientras nosotros pasábamos diez días en la playa. Después de informarme, pensé que era una buena opción, ya que no tenía con quien dejarle en Madrid y en una residencia me daba pena, pues no las conozco. Llevaba el corazón encogido, ya que pensaba que iba a estar 12 horas metido en el trasportín, pero tenía la certeza de que cuando se encontrara con Luna y sus dueños todo se le iba a olvidar, puesto que les quiere mucho y les conoce desde pequeño. A la mañana siguiente nos levantamos a las 5 de la mañana, nos arreglamos y a las 6.30 cogimos a las niñas, de 3 años y 11 meses, dormidas, y emprendimos el viaje. A las 9, ya en la provincia de Granada, recibo una llamada y se corta, puesto que no había cobertura telefónica al estar entre montañas, y empezamos a pensar en parar, ya que las niñas iban despiertas y había que desayunar. A las 9.30 paramos y me voy al lavabo donde me salta un mensaje en el móvil:
"Llamamos de Seur Cáceres, póngase en contacto con nosotros". Me da un vuelco el corazón. Encuentro un rincón con cobertura, llamo y me dicen que allí solo ha llegado el trasportín vacío. Llamo a mis amigos, que no se atrevían a llamarme y estaban como locos haciendo gestiones, y me explican que cuando han ido a buscar a Ruy, les dicen: "uy, que gato más bueno, si no dice nada", y les dan el transportín vacío, golpeado y roto. Empezamos a llamar para pedir una explicación y conseguimos que en Cáceres me dieran el teléfono de un "responsable" de Seur Getafe, que, parece ser, es de donde salió finalmente el gato, o mejor dicho, no salió, pues es donde se perdió, ya que en Vallecas nos aseguran que se acuerdan de nosotros y que el gato salió de allí. Me pongo al habla con este "responsable" que me pide que me tranquilice y me asegura que va a averiguar algo y me llama en unos minutos. Decidimos dar la vuelta y volver a Madrid a falta de escasos 150Km para llegar a Almería (recordamos que vamos con dos niñas pequeñas, una de ellas casi bebé). El viaje es eterno y voy recibiendo llamadas de mi amiga en Cáceres, que está en contacto con Getafe, aunque solo con el personal de seguridad, que son los únicos que hablan con nosotros, el personal de Seur nos ignora,ya que nadie nos llama. Al mismo tiempo llamamos a mi suegro, que también se iba de viaje y lo tuvo que suspender, para que se personara en Getafe y mirase a ver si lo encuentraba él o a que hablara con alguien, pero nuevamente las únicas personas que le atienden son los de seguridad, que le dicen que le han visto por la noche en la nave a través de las cámaras de seguridad y que hizo saltar varias veces las alarmas. Se me ha olvidado comentar, que el motivo principal de darnos la vuelta es que yo sabía que si el gato se había escapado, que no es cierto, lo cierto es que el transportín se les cayó, estoy segura, se habría quedado agazapado en un rincón, algo que habitualmente hacía durante horas cuando íbamos a una casa que no era la nuestra a pasar unos días. A eso de las 13h, me llama mi amiga y me dice que seguridad le tiene localizado, que está muy sucio y con una pata rota, pero que no se deja coger. A las 14 horas, por fin, desde las 7 de la mañana y con las dos niñas en el coche, llegamos a Getafe, donde me llevan a donde creen que puede estar, siempre el personal de la compañía de seguridad, ya que de Seur no sale nadie, pero me dicen que no lo han visto. Otra mentira. Empezamos a llamarle debajo de unos containeres y no aparece. Mi marido va a dar la vuelta al edificio y me llama gritando que ya lo ha encontrado: ¡¡ en la puerta principal de las oficinas, por donde entra y sale todo en mundo!! ¡¡Y me dicen que no le han visto!! Cuando me acerco y le veo ensangrentado, casi me da algo, me pongo a gritar y me meto en las oficinas pidiendo un responsable, el más alto, y un "sinvergüenza" que había casualmente allí me dice que es él. Le cuento como puedo lo que ha pasado y me dice que nadie le ha dicho nada y que va a informarse. Sale a hablar con mi marido, le da una tarjeta y nos dice que a las 16 horas nos llama.... ¡hasta hoy! Hemos intentado hablar con él y nunca se ha puesto.
Mientras, llega mi suegro con un transportín nuevo y el gato ¡se mete
solo! ¡Cómo estaría! Nos vamos al veterinario y nos confirma lo que ya
imaginábamos: el gato, además de tener dos patas machacadas, tiene
amputación de dedos, edema pulmonar y no se cuantas cosas más, así que nos recomienda la eutanasia. No tuvimos que pensar mucho, ya que Ruy llevaba muchas horas sufriendo y merecía descansar. No he llorado más en mucho tiempo. ¡Cómo mi iba ahora de vacaciones con todo lo que había pasado! Pero tenemos dos niñas que no se enteran y que no merecen que un grupo de negligentes les priven de sus días en la playa, así que sin apenas descansar, nos personamos en Getafe para al menos poner una hoja de reclamación, que nos dicen no tienen y nos dan algo parecido que mi marido rellena. Sale el jefe de seguridad (otra vez, seguridad) nos dice que siente mucho todo pero que él no sabe nada, que llamemos a atención al cliente. Ya no podemos más. Nos volvemos a poner en marcha, otras cinco horas y pico de coche para los cuatro y por fin, cerca de las doce de la noche llegamos a nuestro hotel. Vaya viaje para las niñas.
Conclusiones:
a.. A un trabajador de Seur Getafe se le cae el transportín y se le
sale el gato. En lugar de cogerlo o al menos avisar, procede al envío
del mismo vacío "a ver si cuela", ya que según Seur Cáceres, a veces se
mandan trasportines vacíos, ¡pero si iba con una pegatina que ponía que
pesaba 7 Kg. y con la cartilla de vacunación pegada por fuera!
b.. El personal de seguridad, que no estaba alertado de que habían
perdido un gato que era en esos momentos una mercancía, harto de que
salten las alarmas, le echan fuera a saber tú de que modo.
c.. No se plantean llamar a los dueños, sea cual sea la hora, ya que
nadie avisa de la pérdida del animal.
Pedimos:
a.. Encontrar a la persona que extravió el gato y no dio parte de
ello, máximo responsable que todo lo que se desencadenó después, y que la empresa actúe en consecuencia.
b.. Que esta empresa deje de prestar el servicio de envío de animales
vivos si no tiene personal cualificado para tratar con ellos.
c.. Que nos den una explicación de lo que pasó, que den la cara.
d.. Que nos pague Seur todos los gastos que nos originó su mala
actuación: gasto de gasolina, pérdida de un día de hotel con pensión
completa, gastos de veterinario, etc...
e.. Que el caso tenga la repercusión suficiente a nivel de prensa o
televisión (en un periódico de Cáceres ya ha salido un artículo) para
que esta gentuza tenga un escarmiento.
P.D.
Hoy, 10 de julio, he recibido en mi domicilio un cheque de un
importe de 200? aproximados correspondientes al seguro obligatorio que
pagué con el envío y me dicen por carta que el cobro de dicho importe
implica la renuncia a posteriores reclamaciones o denuncias, ¡serán
sinvergüenzas! Ese dinero es nuestro porque pagamos un seguro, al margen de que tomemos medidas legales para reclamarles daños y perjuicios. Además una persona de Seur Cáceres reconoce que al animal le atropelló un vehículo, algo que no habría sucedido si no le hubieran echado de la nave o me hubieran avisado para buscarle.