Grupo Estudio "Especies Euroasiáticas"; SEK |
1ª REUNION GEEE EN MURCIA
Creo que aunque con algo de retraso, merece la pena que contemos a modo de pequeño resumen, el encuentro que organizamos en tierras de Murcia y en el que tuvimos la suerte de contar con otros apreciados compañeros amantes de los fartets.
El sábado 5 de junio quedamos en reunirnos en el pueblo de Macisvenda sobre las 10:30h. Los primeros en aparecer fuimos Francisco Gomez Caruana, José Luis Blanco y yo; bueno, no exactamente, porque el primero en aparecer fue un guarda forestal con el que no contábamos. Por suerte nuestro coordinador provisional pensó que ese era un buen momento para hacer ostentación de su cargo, así que se encaminó hacia el guarda, y tirando de repertorio, lo inundó de siglas, sociedades e inmejorables propósitos hacia la naturaleza. Cuando yo comenzaba a pensar que teníamos al guarda impresionado, éste se despachó con un lacónico: “Así que veniís a por fartets”.
El buen guarda nos tuvo que dejar, y poco a poco nos fuimos reuniendo, y en algunos casos conociendo, todo el grupo de amigos: José Mª Garcia Poves, José Ramon Tauste, Francisco Manzano... Por último llegó Francisco Oliva, de la Universidad de Murcia y gran conocedor de los Ciprinodóntidos murcianos, que nos hizo de magnífico "Cicerone" y nos explicó la situación del fartet en el río Chícamo, y los trabajos que se estaban llevando a cabo para su conservación.
Una vez reunidos, cogimos los coches y guiados por Francisco Oliva llegamos al lugar tan esperado, el nacimiento del río Chícamo (38º 15’ 39” N y 001º 00’ 10” W). Allí descubrimos que nuestro fartet vivía en un lugar paradisíaco en medio de la nada, y que además compartía ese paraíso con una pésima compañera de viaje, la gambusia, que además le supera en un porcentaje abrumador. Mientras Francisco Oliva nos explicaba las actuaciones llevadas a cabo en ese magnífico lugar (declaración de Reserva Biológica, “Proyecto de mejora ecológica de la fauna acuícola”, etc.) mirábamos de reojillo para ver si teníamos la suerte de observar a los fartets. La proporción de machos observados desde la orilla era muy superior a la de hembras, y cuando aparecieron los dos primeros machos llegó el revuelo. El rigor científico que intenta inculcarnos José Luis se perdió, Francisco Oliva tuvo que hacer gala de su paciencia, y todos, y digo todos, nos convertimos en paparazzis en busca de la foto que nos diera la gloria.
De izquierda a derecha: Juan Pablo Campo, Francisco Gomez Caruana, Francisco Oliva, Jose Mª Garcia Poves, José Ramón Tauste y Paco Manzano. |
Pasó el tiempo volando, tomamos muestras del agua para la medición de parámetros, análisis de agua y algunas notas. Francisco Oliva nos tuvo que dejar muy a su pesar y más todavía del nuestro. Regresamos a Macisvenda a refrescarnos y tomarnos unas cervezas y poco después, guiados por otro amigo de Francisco Gómez y José Luis , “Serafín”, nos dirigimos a un lugar precioso que llaman la “Palestina de Murcia”, concretamente a un barranco que forma aguas abajo el mismo río Chícamo. Aunque solo observamos gambusias y cangrejo rojo americano el lugar era muy bello y difícil de imaginar con la simple lectura de un plano.
La "Palestina" murciana. |
Ya a medio día, desde allí y por exigencias de nuestros estómagos, fuimos a comer guiados por José Ramón, a un restaurante en la autovía que une Murcia con La Manga donde probamos un buen número de platos típicos de la zona, que no todo en la vida van a ser fartets.
Comida en hermandad degustando platos típicos de la región |
Una vez saciados nuestros buches, nos encaminamos a las salinas de Marchamalo (37º 38’ 20” N y 000º 43’ 08” W) en el Mar Menor. Pudimos observar infinidad de alevines de fartet viviendo en condiciones límite, pero ningún ejemplar adulto. Nos sorprendió la alta temperatura del agua y su cierto olor y sabor aceitoso. Observamos también alguna que otra artemia salina y toneladas (no creo exagerar) de larva roja de mosquito, de las que más de la mitad se las llevó José María, haciendo honor a un apodo que corre como la pólvora dentro del GEEE..
Salinas de Marchamalo |
Sabiendo que era difícil pedirle más al día, nos fuimos despidiendo de José Ramón y de Francisco Manzano, y poco después de José María. El resto pusimos rumbo a Valencia poniendo fin a una jornada inolvidable.
Al día siguiente y tras despedirnos de nuestro anfitrión en Valencia, Francisco Gómez Caruana, José Luis y yo, que somos muy cafeteros, fuimos a un recóndito lugar llamado “El Romaní” y concretamente al “Ullal de la Font del Forner” (39º 17´ 44”N y 000º 23’ 29”W). Allí observamos Samaruc compartiendo hábitat con Leuciscus y Cobitis (muy abundante por cierto), casi nada, y con la sensación al menos para mí de que ya me podía morir en paz ( si parábamos a comer una paella, mejor), regresamos a Zaragoza.
La "Font del Forner", El Romaní, Valencia |
Juan Pablo Campo, junio 2004.
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