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Artículos SEK On-line

  

Los Killis los más fáciles.



Con este título arrancaba un artículo con el que queríamos popularizar los Killis hace ya casi diez años. (Quince a día de hoy y sigue siendo válido. N. del A.)

Mucha gente pensaba que los killis eran para expertos, muy complicados, que sólo comían alimento vivo y requerían costosas y grandes
instalaciones con cientos de sofisticados acuarios. Eso no es verdad para alguien que empieza. La mayoría de los killis más bonitos son muy
asequibles de mantenimiento.

Mucha gente me pregunta cómo mantener bien los killis, y la forma de hacerlo con la mayoría de las especies es muy sencilla. La vieja experiencia que dió origen al artículo es muy fácil de poner en práctica, muy barata y siempre actual.

Tomé una cubeta transparente de 12 litros, bien pudiera ser de plástico o de cristal. Lo lavé bien con agua. Le puse agua del grifo blanda, de unos 6 grados de dureza, reposada 3 días para que perdiera el cloro. Llené la cubeta hasta dos terceras partes. Introduje un puñado de turba fibrosa hervida dos veces con una puntita de bicarbonato y posteriormente aclarada en agua dulce. Metí también una planta resistente, Microsorium pteropus fácil de encontrar en cualquier tienda de peces. Coloqué una tapa transparente como último componente del acuario.

Situé el acuario en una zona donde le daba luz indirecta, no demasiado intensa. De todas formas, con una tarrina de margarina, una bombilla de 15 W, su casquillo, un cable y un enchufe, me fabriqué una pequeña pantalla de iluminación. Todo barato y fácil y rápido de fabricar. (creo que me repito).

A la semana de encender y apagar la luz, introduje una pareja de Aphyosemion scheeli (aunque vale para casi cualquier killi asequible, especialmente Aphyosemion).

Todos los días alimentaba echando algo de alimento congelado que venden en los comercios, larva roja, artemia, o bien que hacía yo; corazón de ternera picado, hígado de pollo troceado, procurando que no sobrara nada. Eso sí todos los días sifonaba lo que no se habían comido los peces y reponía el agua extraida por nueva también desclorada. Algunos días no sifonaba, y otros conseguí dar la cantidad de comida justa, por lo que no había nada que sifonar.

Nada más. Sólo el mantenimiento diario. A las pocas semanas los peces me premiaban con alevines. Sólo era cuestión de irlos sacando e irlos criando en un acuario aparte montado exactamente de la misma forma. Aun así algunos alevines se me escaparon y llegaron a madurar sexualmente, ya tuve mis primeros killis para ofertar en el MIK y pagarme algo los pequeños gastos, llegué a ganar algo de dinero. También gracias al intercambio me hice con otros killis.

Luego cada uno se complica para no tener que sifonar todos los días, para obtener agua más blanda o más dura. Ofrecer diferentes alimentos, sacar gran producción para venta, etc, etc, etc. Pero eso ya es salirse de lo básico que funciona con machacona constancia.

Espero que con esta suave descripción os animéis a haceros socios de la SEK, recordad que al haceros socios, se os manda un estupendo manual de
iniciación a los Killis que os permitirá un avance rápido y sin errores, avalados por la experiencia de 18 años ya de killífilos de lengua Castellana.

¡ Buenos y prolíficos Killis !

Jorge Sanjuán SEK-2

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