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Nothobranchius
rachovii, Ahl 1926
(Artículo aparecido en BISEC nº
88)
Pocos
peces hay tan bonitos e interesantes como los Nothobranchius, efectivamente son
peces por lo general muy vistosos y además tienen una interesante forma de
reproducción adaptada a las condiciones climáticas de su origen que los hacen
extremadamente adictivos para los killiliófilos.
Todas las especies del género Nothobranchius viven en África. Las grandes fluctuaciones de temperatura y lluvia de su área de distribución hacen que estos peces hayan tenido que encontrar un sistema de supervivencia acorde con su entorno. Pensemos que en estas zonas de sabana hay una estación seca y otra de lluvias; pues bien, estos peces cuando nacen han de desarrollarse muy rápidamente, crecer y madurar en solo algunos meses y antes de que sus charcas se sequen enterrar sus huevos en el fondo, posteriormente los progenitores morirán al secarse sus charcas, pero sus huevos conservados en el lecho del fondo semiseco esperarán a la siguiente estación lluviosa para recomenzar el ciclo de nuevo y así perpetuar la especie.
Notobranchius rachovii, foto por José L. Blanco |
Particularmente
Notobranchius
rachovii, vive en Mozambique y zonas aledañas. Por la costa su
distribución iría desde Beira, una población al borde del Océano Índico y
de donde provienen tanto los ejemplares para su descripción (la llamada "Terra
typica") como la mayoría de los peces dentro del "hobby"
hasta el sur del país en la cuenca del río Olifant y por el interior desde
Villa Machado (en la cuenca del río Pungwe) hasta el Parque Nacional Kruger (río
Limpopo) más o menos en la frontera con Sudáfrica donde por cierto se localiza
una población melánica, osea, muy oscura. También hay introducciones en
algunas localidades del país, planteadas para salvaguardar la especie y sus
poblaciones (traslocaciones).
Como
se puede apreciar en cualquier fotografía el pez es ciertamente muy coloreado,
el macho combina el azul y rojo tanto en su cuerpo como en las aletas, las
hembras suelen ser gris oliváceas. El tamaño del pez no suele superar los 5.5
centímetros por lo que se contenta con volúmenes de agua relativamente pequeños.
Su alimentación en la naturaleza se compone de larvas de insectos y pequeños
crustáceos. Las temperaturas varían desde 20 a 27 º aproximadamente. Los parámetros
del agua en su origen (Beira) son de un Ph más o menos neutro, 7.1 y durezas de
carbonatos (Kh) 6.1º y general (Gh) de 8.3º
(expresadas en grados alemanes) aunque yo los he mantenido en aguas bastante más
duras sin mayor problema. Hay que tener en cuenta que las localidades costeras
de algunas de sus poblaciones, pantanos interdunares, generan algo de salinidad
que nos vendrá muy bien a la hora de mantener en cautividad a estos bonitos
peces sin los temidos hongos (Oodinium).
El
mantenimiento en cautividad de N.
rachovii no debe plantear problemas ni quebraderos de cabeza a los
killiliófilos, aunque si nunca hemos tenido otro "Notho" yo también
aconsejaría empezar por una especie más resistente (por ejemplo N.
guentheri). Mi experiencia particular con este pez es la siguiente:
Conseguí,
gracias a Francisco García "Paco", un trío de N. rachovii que rápidamente
acondicioné en un acuario de 20 litros con el fondo pintado de color madera
(por fuera, por supuesto). Dadas sus anteriores condiciones de mantenimiento,
mezclé 15 litros de agua destilada con 5 de la cañería de mi ciudad (que
tiene un alto contenido en minerales), añadí una cucharada de sal para que
estuvieran más tranquilos (tienen buena propensión a saltar) y un filtro de
esponja movido por un compresor, algunas plantas flotantes (Ceratophillum)
completaban su sencillo acuario. Como los peces eran adultos (¡y preciosos!) al
cabo de una semana de darles de comer artemia y larva de mosquito observé como
la única hembra engordaba bastante indicando su disponibilidad para el
apareamiento. Me fabriqué un "ponedero" con la base de una botella plástica
cortada a unos 6 centímetros a la que puse en su interior una piedra plana y
cubrí con turba granulada, previamente remojada y hervida, No tardó el macho
dominante en "acotar" su territorio y cortejar a la hembra. El
apareamiento se produce introduciéndose ambos progenitores en la turba,
abrazando el macho con su aleta dorsal a la hembra que pone casi a diario según
variedad y abundancia de la alimentación recibida. Esto es muy importante, pues
si queremos huevos con una buena calidad es imprescindible contar con la
alimentación de los progenitores (esto debería de ser una regla para el
mantenimiento y reproducción de todos los peces).
Cada
semana cambiaba el ponedero y ponía la turba, estrujada con las manos hasta que
no le quedaba agua, en bolsas de plástico que etiquetaba con el nombre de la
especie (también mantengo ocasionalmente otros "anuales"), fecha de
puesta y fecha de eclosión prevista. Como hemos dicho antes el período de
incubación es muy largo; entre 5 y 6 meses es lo que se suele recomendar en la
bibliografía especializada. Yo suelo poner estas turbas al abrigo de la luz en
algún cajón dentro de casa para que no fluctúe demasiado la temperatura.
Pasados estos meses, remojo estas turbas en un pequeño acuario (1 litro) con
agua destilada a 4 ó 5 grados menos que la temperatura ambiente, esto da una
sensación de inesperada lluvia a nuestros futuros alevines que no tardan en
eclosionar (entre 1 y 24 horas), es importante que el agua destilada esté bien
aireada aunque a mí nunca me han salido "rampantes". Atención además
a alguna bajada de Ph por acción de algunas turbas por lo que yo procedo casi
inmediatamente después de la eclosión a mezclar el agua del pequeño acuario
con otra más dura, manteniendo así el "búffer" o reserva de
alcalinidad en valores medios.
Como
he dicho antes, los alevines nacen casi enseguida, si esto no es así convendría
volver a secar la turba, esperar otros quince días y repetir el proceso. Cuando
tengamos los alevines a la vista (son bastante pequeños en esta especie) deberíamos
de trasladarlos a otro acuario sin turba (más que nada para facilitar su
manejo). Una vez estabulados en su acuario, yo los alimento con un cultivo de
infusorios aunque mucha gente utiliza "Liquifry" (™) o similar.
Normalmente con esta alimentación y frecuentes cambios de agua (no muy bruscos)
en una semana están listos para comer nauplios de artemia de los más pequeños.
El crecimiento es muy rápido y aproximadamente en un mes ya empiezan a
colorearse, la voracidad es tal que algunos de sus hermanos son canibalizados.
Atención a este hecho por que puede ser la verdadera causa de la diferencia en
el número de nacimientos en cautividad entre machos y hembras que reportan
algunos autores... Las hembras que suelen definirse en los peces más pequeños
y rezagados son las que con más frecuencia desaparecen en el estómago de sus
compañeros masculinos además, claro está, de todas las consideraciones
fisico-químicas (temperatura, Ph...) durante la incubación y crecimiento.
Cuando
nuestros peces tienen aproximadamente un par de meses ya pueden empezar a criar
aunque el corto tamaño de las hembras puede ser al principio un handicap para
la producción de huevos; yo, que mantengo el fondo de los acuarios desnudos,
alimento a los peces con hígado y corazón de pollo (bien limpios) por
lo que rápidamente las hembras alcanzan una buena productividad. Los adultos
también aprenden a comer alimento seco en gránulos o escamas, pero no se
pueden comparar los resultados. Es importante reseñar que los Nothobranchius
han de comer todos los días pues si no, sobre todo en ejemplares
"viejos" de más de 5 meses es difícil su recuperación y aparecen
los "vientres hundidos". También hay que tener en cuenta que con esta
dieta hay que hacer cambios de agua frecuentes, aconsejo cambiar al menos, un
30% del volumen total del acuario a la semana.
Capítulo
aparte es el mantenimiento de un grupo en acuario. El acuario debe ser específico
de la especie y débilmente iluminado. Los N. rachovii no son
especialmente belicosos entre ellos pero si hay mucha diferencia en número o
tamaño se puede llegar a tener problemas. Personalmente, aconsejo tener al
menos dos hembras por macho y normalmente no tengo más de dos machos por
acuario (20 litros), eso sí mantengo bastantes plantas flotantes que sirven de
refugio a los animales menos favorecidos.
Cuando
nos decidimos a mantener N.
rachovii hemos de prever que son peces de longevidad muy
corta, normalmente de unos 6 ó 7 meses a lo máximo (aunque el año
pasado tuve un ejemplar que cumplió los 13 meses) y por tanto todo sucede muy
deprisa en esta especie.
Nada
más, cualquier comentario y/o consulta sobre este interesante pez, pueden dirigírmelo
a mi dirección de correo electrónico jlblanco@cichlidae.com
José L. Blanco, abril 2001
SEK
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